ValentÃn, pensando en Carmela, siguió enredado. Enredo bicicletas, enredo autos y personas. Hasta las agujas del reloj de la plaza se clavaron a las doce del mediodÃa y no hubo tic-tac que las moviera.
Solicitar PrestamoValentÃn, pensando en Carmela, siguió enredado. Enredo bicicletas, enredo autos y personas. Hasta las agujas del reloj de la plaza se clavaron a las doce del mediodÃa y no hubo tic-tac que las moviera.
Agregar un comentario